La cuenta y la solución son muy sencillas. 40 millones de euros a pagar por las huertas a escote entre los 40.000 habitantes que tiene Plasencia, salen a 1.000 euros por cabeza. Todo ello sin los intereses de ahora en adelante, correspondientes a esos 40 millones. E incluyo en el cálculo a adultos, niños de pecho, venerables ancianos, escolares, parados, minorías étnicas e indigentes empadronados. Una pena que los 47 millones (o, al menos, parte) que Bárcenas llegó a tener en Suiza no puedan dedicarse a causas como la de las huertas placentinas. O los 11,5 que defraudó a Hacienda. Nos librarían de un buen peso.
Archivo de la categoría: patrimonio
En manos de Pizarro está abaratar el coste de las huertas
Pizarro prefiere que el juez don Casiano le fije las cantidades y plazos que el Ayuntamiento de Plasencia debe pagar a los dueños de las huertas de la Isla, antes de ir a un acuerdo con ellos y ahorrarse 13 millones de euros de intereses.
Luto en el folklore extremeño por la muerte de Santiago Béjar
La muerte del tamborilero Santiago Béjar pone de luto al folklore extremeño. La capilla ardiente con los restos mortales del conocido músico popular está instalada en el tanatorio Nuestra Señora de Fátima, de Plasencia, en donde su familia recibe las condolencias por el luctuoso hecho y el testimonio de reconocimiento a la dedicación de una vida entregada a la divulgación y a la labor de enseñanza de la flauta y el tamboril.
(VIII) Insólitas imágenes placentinas
Bache con nombre propio
Los conductores que lo sufren a diario para ir al parking y zona de la Puerta del Sol ya le tienen puesto nombre. Es el ‘bache del Cristo’, porque está delante de la entrada de la iglesia del Cristo de las Batallas y, salvo que uno se lo sepa o vaya muy atento, se lo traga.
(VII) Insólitas imágenes placentinas
La naturaleza crea arte en la muralla
Con todas sus imperfecciones, la naturaleza hay veces que llega a superar al arte, hasta el punto de convertir una mera pancarta anunciadora del certamen de artes plásticas de Liberbank (reencarnación del prestigioso certamen Salón de Otoño de Pintura de Plasencia) en una plástica instalación móvil, sometida por el viento al eterno ciclo aleatorio de dominación-insumisón que ha movido a la Humanidad.
Plasencia: Devuélveme las llaves… y todo lo demás
El Ministerio de Justicia ha formalizado esta mañana, en el despacho del alcalde, Fernando Pizarro, la devolución al Ayuntamiento de Plasencia del señorial palacio de la Casa del Deán. Se trata de la antigua sede de los juzgados números 3 y 4 y del de lo Penal de Plasencia que la ciudad recupera, sin problemas, por seguir siendo de su propiedad. Al igual que el espacio de la casa de Alonso Ruiz de Camargo (sede también del ARI y de Canal Extremadura) que ocupó el Juzgado de lo Social.
Una víctima más del vandalismo y del olvido en Plasencia
Es un orgullo… y una vergüenza para Plasencia. ‘Escena Tercera’, de Morán Sociedad Artística, es una de la mejores (y la más inquietante) esculturas que posee la ciudad pero el vandalismo y el olvido han hecho mella en ella. Los tres años y pocos meses transcurridos desde que fuera instalada en la Plaza de Ansano pasan factura a la excelente obra de arte de los Morán (senior&junior), con la que ganaron en 2010 el III Premio Internacional de Escultura Caja Extremadura.
Misterpiro: un graffitero pone color a la Asamblea de Extremadura
Chapuza corregida… parcialmente
El gobierno municipal ha reculado (la verdad, suena fatal) y se replanteará el cercado de Valcorchero, en el entorno del santuario de la Virgen del Puerto, después de que la oposición les pusiera, con razón, de hoja de perejil, después de advertirle del desaguisado que supone el alambrado de la finca llevado a cabo. Y eso que en los despachos no han oído los comentarios de los vecinos que a diario transitan por la finca municipal o suben de paseo al santuario. A alguien le habrán picado las orejas, seguro.
El nuevo vallado convierte en una ratonera la carretera del Puerto
Es lo que tiene poner vallas al campo y no dejarle puertas. Por ejemplo, para que entren y salgan los vecinos los días en que les da por ir a espárragos, de romería, en procesión, a ‘asar los calbotes’ o a pasar un día de campo en ese paisaje desprotegido de todos que se llama Valcorchero.